Plaguicida orgánico de origen mineral, formado por la fosilización de algas diatomeas, compatible con la agricultura orgánica para todo tipo de cultivos. Ayuda a combatir plagas como las hormigas, chinches, ácaros, pulgones, caracoles, orugas, entre otras que pudieran alimentarse de su cultivo, se puede aplicar directamente sobre el suelo, espolvoreado sobre la planta o mezclado con agua dependiendo de la función esperada.
 
Además, mejora las propiedades del suelo, incrementando la retención de agua y nutrientes, sirve como protector de cultivos contra el exceso de luz solar y como abono aporta silicio, nitrógeno, fósforo, potasio y otros micronutrientes esenciales.